Misión Carismática Internacional Sede Pamplona: Cr 7 No 6-37 (Antiguo Teatro Cecilia)

Misión Carismática Internacional Sede Pamplona: Cr 7 No 6-37 (Antiguo Teatro Cecilia)
Unete a nuestro grupo en facebook " MCI Pamplona Pasión por la obra "

NUNCA PERMITAS QUE TU LÁMPARA SE APAGUE


En 2 de Samuel 21. 15-17 encontramos una historia donde David en una de sus muchas batallas contra los enemigos que querían impedir su conquista, se encontraba desanimado, ya no podía más, estaba cansado y su fuerza Espiritual y física perecía haber desaparecido sin explicación alguna.

Ummmm duro momento el de David y lo peor es que ya un enemigo v.16 llamado Isbi-benob que quiere decir hijo de gigante, lo tenía en la mira eso significaba problemas, una tribulación, un techo del pasado que tenía un retoñito escondido que para colmo de males quería volvérsele a levantar.

David pudo haber dicho yo sabía que no servia para esto de servir a Dios, para esto del Cristianismo, yo no tengo la fuerza que tienen otros, pero lo que realmente hizo para superar ese momento y enterrar definitivamente cualquier enemigo del pasado por gigante que pareciera como seguramente lo habrían hecho, esos que sí parecían ser fuertes, era, recordemos que David ya había matado un gigante antes y no era momento de asustarse con el cuero.

1. -V.15 – Decidió subir su nivel Espiritual.

Dice que David descendió, se refiere a que por alguna razón que el permitió, su tiempo de Oración ya no era el mismo, era duro reconocerlo pero una vez más la historia parecía repetirse, Dios una vez más no estaba con David y como raro él ni cuenta se dio, tanto que se fue a pelear con sus siervos, los cuales tipifican el ministerio y quienes también tenían un penoso estado Espiritual causado por su admirado líder, pero lo que ellos no sabían es que ya estaba cansado, ósea sin Dios.

La cuestión ahora estaba en qué fue lo que causó semejante bajonazo tan bravo si todo venía tan bien, sería permisividad de nuevo, tal vez pereza, o tal vez falta de disciplina, yo prefiero pensar que tal vez fue la presión de sus continuos retos pero cualquiera de las anteriores pudo ser.

Conociendo a David por lo que he leído de él, seguramente cuando entendió esto, se volcó a Dios con todo su corazón. Y Dios levantó su cabeza.

2. V.17- Reconoció que no era con su fuerza si no con la de Dios.

Una de las cosas que alimentan el orgullo y la prepotencia, es cuando se cree que soy tan bueno en algo que aun sin Dios, las cosas saldrían bien, pero la biblia dice que apartados de el nada podemos hacer.

Frase. Dime de qué presumes y te diré de qué careces.

El orgullo no es si no la manifestación humana, de una baja auto estima y una montaña para ocultar su propia ignorancia.

Cuando David quitó su orgullo y se acerco a Dios, el Señor le mató el gigante, un hombre llamado Abisai apareció de la nada y se encargó de que todo pareciera un accidente.

3. Tenía que restaurar su ministerio.

Los hombres de David también estaban carentes de unción por lo sucedido así que se asustaron, se acobardaron y se revelaron. Le dijeron que ellos irían solos a las siguientes batallas, porque David no tenía la unción que ellos necesitaban ver en su líder, uyyyy a quien le heredarían esto estos personajes, querían ir a pelear solos y abandonar a su líder. Que tal.

Pero ya seguramente David estaba fortalecido y no iba permitir que una división disfrazada de comprensión, hiciera de las suyas en Israel.

Luego de David hacer estas 3 cosas, entendió que si no lo hubiera hecho, tal vez su lámpara, la lámpara que Dios había encendido en su vida, se habría apagado para siempre sin más oportunidad. Pero el amor que Dios le tenía a David una vez más cubrió sus faltas y lo levantó.